Mirar a María

María Santísima del Monte (Cazalla)

A la Virgen hay que mirarla mucho.
Y con mucho amor.

Una mirada bien echada puede ser inicio de una buena obra,
o un buen final de jornada, para que todo ocupe su verdadero lugar: esa obra que tan buena creo que hice, esa tarea pendiente, es comentario que nos hizo daño... Una mirada somnolienta puede quitarle el polvo y la suciedad a todo un día, porque Ella lo sabe enderezar y hacerlo perdonar todo.

Una mirada, tan sólo...
y callar, sonreír, amar... ¡Imitar a María!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Víspera de Corpus

Un Corazón que arde y abraza (V)

¿Por qué ofrecerles misas a los muertos?