La cuestión de la fe (2) ... y que vuelvan pronto!!

Hace pocos días en la reunión de catequistas, una de ellas, inteligente y piadosa, me daba cuenta de que seguramente para el año próximo ya se pueda cursar en nuestros colegios religión evangélica. Sé que en muchos lugares esto ya ocurre, pero no en ciertas zonas rurales donde nos creíamos a salvo de la oleada descatolicizante de nuestros días. Y me lo contaba la buena mujer preocupada... preocupada por algo que de lo más católico: es que va a parecer que da lo mismo una religión que otra.

Pues sí, hija mía, va a parecer que todo da lo mismo. Pero esto no es nuevo, ni nos podemos echar ahora las manos a la cabeza, después de habernos echado piedras a nuestro tejado. De aquellos (y también estos) polvos... estos lodos.

- Snif... Asís!
- Jesús!

El comentario me llenó de cierto orgullo pastoral: qué bien les tiene el Espíritu Santo aguzado el sentire cum a mis chicas, y luego ataqué por la mediante, sacando a relucir el tema de los lefevbrianos: por eso están dando guerra (en el sentido más caballeresco y medieval que os podáis imaginar)

La cuestión es la fe. Y si es verdad todo lo que hemos tocado, visto y oído, es una ofensa y grave a la verdad la connivencia con la mentira. Dios nos valga para saber hacer la verdad en la caridad, pero al fin y al cabo, la verdad, entera y sin medianías. Y en la caridad más verdadera, sin mezcla de orgullo ni prepotencia alguna.

El poder de Dios nos valga
y la Pura y Limpia. Amén.