Llaga de amor viva

Corazón de Cristo, ten piedad de nosotros

Sobre todo, metámonos, y no para luego salir, mas para morar, en las llagas de Cristo, y principalmente en su costado, que allí en su corazón, partido por nos, cabrá el nuestro y se calentará con la grandeza del amor suyo. Porque ¿quién, estando al fuego, no se calentará siquiera un poquito? ¡Oh si allí morásemos, y qué bien nos iría! 

Mtrº. Jn de Ávila. (Carta 74)

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