Mayo y María

Son ocurrencias de la historia.
Antes de la creación, ya lo había pensado el Eterno así: un mes para ella.
Y los pueblos, ignorantes pero enamorados, Le buscaron por mano de la Madre
aun cuando no sabían si quiera cómo se llamaba.


Son las cosas bonitas que nos dan razones para creer. Y para amar.
Durante un mes entero, cantar y rezar, ofrecer y suspirar, envuelto todo en aroma de pajitos amarillos y rosas y lilas y un nosequé de infancia que hace que todo pueda ser más puro y bello.

Ella es así, hermosa y hermoseadora.

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