Benedicto Magno

Estoy sin palabras. No sé qué decir... y lo mejor es callar, orar y ofrecer. Por Benedicto, por la Iglesia y por el papa que será...

No me gusta eso de "gracias, Benedicto", porque me suena a "¡siguiente!", a "bueno, pues otro vendrá, pues qué bien, que chachi... ¡venga, hasta luego, nos vemos!".

Perdemos un grandísimo Papa, grandísimo... y quedan muchas cosas por hacer. Yo, personalmente, no me imaginaba decirle adiós hasta que tuviera, por lo menos, noventaytantos años. En fín, sea lo que Dios quiera, y quiera Dios que sea voluntad suya.

Mientras, oremos. -- Añadido tardío pero interesante

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