Soy sacerdote de Cristo (28 de julio de 1936)

San Pedro Poveda celebrando la Misa



 “Sepan cuantos esta carta de esclavitud vieren, los ángeles y los hombres y todas las criaturas, como yo, Pedro Poveda Castroverde, me vendo y entrego por esclavo perpetuo de la Virgen María, Madre de Dios, por donación pura, libre y espontánea, que el derecho llama irrevocable intervivos de mi persona y bienes, para que de mí y de ellos disponga a Su Voluntad como verdadera Señora mía, y porque me hallo indigno de esta honra, suplico al glorioso patriarca San José, esposo amantísimo suyo, con los demás ciudadanos celestiales, me alcance de Ella me reciba en el número de sus esclavos, y por ser verdad lo firmo de mi nombre, y quisiera firmarlo con sangre de mi corazón.
Indigno esclavo de la Virgen Santísima, Pedro Poveda.
Madrid, 29 de abril de 1934.
Oración 


Dios todopoderoso,
que elegiste a San Pedro Poveda,
presbítero y mártir,
para promover la acción evangelizadora
de los cristianos en el mundo
mediante la educación y la cultura,
concédenos, por su intercesión,
imitar su constancia en anunciar
y testimoniar el evangelio
y su fortaleza en confesar la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Víspera de Corpus

Un Corazón que arde y abraza (V)

¿Por qué ofrecerles misas a los muertos?