Andar de nuevo el camino hace nuevo el camino al andar.
Hacer nuevo el camino es tarea de todo hombre que viene a este mundo, pues, aunque el hombre no deja de ser el mismo hombre desde Adán, a cada época le corresponde cubrir su carrera de ocasos y amaneceres. Hacer nuevo el camino que se renueva a cada paso, al mirar cada otero, desde la colina todo un valle, al elegir en cada encrucijada con el gozo ansioso, como niño en noche de reyes, de si será ésta la ruta con la que acierte. Hacer de nuevo el camino: oír pronunciado aquí y ahora el nombre de las cosas, con tus propias palabras, de las cosas de siempre, de las cosas cotidianas, pero al fin, nombrarlas para hacerlas nuestras. A cada hombre se nos arroja a una aventura: llegar a casa, lograr la meta, hallar sentido. Y nadie lo puede hacer por ti. Cada hombre es lanzado al cosmos para ser un átomo, liviana partícula atravesada de luz, brizna o suspiro que contempla todo con ojos asombrados y todo lo abraza, como suyo, como propio, hasta sentir henchido su c...