San Alfonso María de Ligorio
Cuánto me complace, Reina mía dulcísima, este hermoso nombre con que os invocan vuestros devotos: Mater amábilis! Porque Vos, Señora mía, sois sumamente amable y por vuestra hermosura se enamoró de Vos el mismo Señor vuestro: El Rey deseó tu belleza. Dice San Buenaventura que vuestro nombre es tan amable para los que os aman, que sólo al pronunciarle u oírle pronunciar, sienten que se inflama y acrecienta en ellos el deseo de amaros. ¡Oh dulce!, ¡oh piadosa!, ¡oh amabilísima María! ¡No es posible nombraros sin que se encienda y recree el afecto de quien os ama!Justo es, pues, Madre mía amabilísima, que os ame yo. Mas no me contento sólo con amaros, sino que deseo, ahora en la tierra y después en el Cielo, ser, después de Dios, el que más os ame. Y si tal deseo es harto atrevido, cúlpese a vuestra amabilidad, y al especial amor que me habéis demostrado; que si fueseis menos amable, menos desearía yo amaros.Aceptad, pues, ¡oh Señora!, este mi deseo. Y como prueba de uqe lo aceptáis, alcanzadme de Dios este amor que os pido, ya que tanto complace a Dios el amor que todos os tenemos.
(Oración para el día 17 del mes. Visitas al Santísimo y a la Virgen María)
Comentarios