El Padre Albrit fue a Belén conduciendo a las ovejas y el Niño quiso jugar tirando de sus orejas. La Virgen, muy divertida, viendo a Jesús tan alegre lo dejó sobre el pesebre tomó al Padre en su regazo le dio un beso y un abrazo un par de higos, una nuez y un vasito de Jerez.
Muchísimas gracias, don Javier!! Siento que mi indecencia haya eclipsado su aguinaldo hasta el día de hoy. Me lo quedo con mucho gusto, como uno de los más bonitos regalos de estas fiestas... aunque eso se lo dirá a todos!
Vivimos ajenos al morir y, sin embargo, morimos cada día un poco, con lo que ayer fue y dejó de ser, con lo que ya no tenemos entre las manos, con lo que hemos sido y vamos arrastrando. Cuando uno se encuentra con la muerte de frente, sin apartar la mirada, lo que descubre en un inmenso vacío de la persona amada, del amigo o del familiar. Un vacío pleno, porque durante los primeros días del duelo, todo te recuerda la ausencia, todo es tener presente que no está ya más, y más ya no estará como nosotros lo tuvimos. Eso, precisamente esa ausencia presente, es lo paradójico de la muerte. Dicen los modernos que alguien no termina de morir del todo mientras se le recuerde ( Coco , preciosa película que acusa de asesinos a quien sufra alzheimer) y, aunque tenga cierta verdad encerrada en su mentira, no rebaja la expectativa que late en nuestro dolor: que no es posible, que no ha sido un sueño, que aunque se fueron están, porque son, y porque nunca dejarán de ser. Porque participan del...
Parece que se ha convertido en una tradición volver al año por estos lares. En fin, mis propósitos y yo, como si no me conociera... He querido huir del pensamiento rápido y la reacción inmediata de tuiter para poder volver al blog, a este vertedero de ideas, diario público y desahogadero mental (sobre todo, después del Sínodo). Sí, otra vez: un sínodo que nos trae de cabeza. Papeles, conclusiones huecas, pequeños pasos para avanzar en dirección contraria... ya nos lo sabemos. Pero esta vez, además, idolátricas muestras de respetos humanos. Vamos, para amargarle a uno el domingo por la noche, ¡domingo de Cristo Rey en el usus antiquor ! Huyendo del ruido me sumergí en la antología Dios en la poesía actual , que bendita sea la hora, publicó Rialp en la colección Adonáis (miel, guinda y crema). Fuí como una vulgar avestruz, y salí como un guerrero de su alcoba , porque la poesía es arma de doble filo (el terreno y el eterno) y arroja verdad y belleza sobre cuanto toca. Vamos, que ...
Casi tres años, día por día, he permanecido mudo. Tres años que, en mi cotidiano vivir, han supuesto una mudanza y una remuéveda grande de vida, a la que aún no me he hecho. El que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas . Pero estos tres años no han hecho vieja la entrada precedente... más aún: se confirman punto por punto que vivimos tiempos recios y, lo peor de todo, tiempos vacuos. Otro sínodo, otros papeles, otros rollos que sólo tienden a complacer al que redacta. Lo bueno de estos tiempos digitales es que no hay que comprarse otro documento pontificio: ¡lástima de bosques amazónicos! ¿Ha de ser la Iglesia plaza de mercado donde cualquiera pueda venir a vender su mercancía? ¿No hemos buscado en la Iglesia -quienes hemos buscado, o reconocido que no hay más que buscar- la estabilidad de la roca? ¿a qué estos vaivenes de navecilla que zozobra, como si no hubiera timonel, como si durmiera el capitán, como si no recordáramos el puerto? Este blog es muy personal, n...
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conduciendo a las ovejas
y el Niño quiso jugar
tirando de sus orejas.
La Virgen, muy divertida,
viendo a Jesús tan alegre
lo dejó sobre el pesebre
tomó al Padre en su regazo
le dio un beso y un abrazo
un par de higos, una nuez
y un vasito de Jerez.
¡Feliz Navidad!
Siento que mi indecencia haya eclipsado su aguinaldo hasta el día de hoy. Me lo quedo con mucho gusto, como uno de los más bonitos regalos de estas fiestas... aunque eso se lo dirá a todos!